8 DE NOVIEMBRE DE 1521.
Juan Sebastián Elcano formaba parte de la expedición que Magallanes, bajo el patrocinio del Rey de España, habia organizado con el fin de llegar a las Molucas, las islas de las especias, por la ruta de América. Si España deseaba llegar a las preciadas islas, era necesario que utilizara esta ruta, ya que la de Africa estaba bajo el dominio de Portugal, país que impedía por todos los medios a su alcance que los posibles competidores aprovecharán el camino abierto por los Portugueses.
La expedición fue muy accidentada. Hubo motines, escaseó el agua y los víveres y se produjeron enfrentamientos con los nativos de las islas del Pacifico. Muerto Magallanes en uno de estos hechos de armas, el mando de la flota pasó a Elcano, el cual, no sin dificultades, logró llegar a las Molucas el 8 de Noviembre de 1521. Era un éxito, pero sólo quedaban dos de los cinco barcos que habían zarpado. En estas condiciones, era preferible volver a España por una ruta conocida, aunque se corriera el peligro de caer en manos de los Portugueses. No fue una travesía fácil. Finalmente, Elcano, al mando de una única nave, entró en el puerto de Sanlúcar de Barrameda.
Habían zarpado cinco buques con 265 hombres, regreso uno solo con 18 tripulantes. El Victoria, tras recorrer 14.460 leguas aproximada mente, había dado por primera vez la vuelta al mundo.
Carlos V supo recompensar al hombre que había realizado la proeza: le concedió una pensión de 500 ducados de oro al año, el perdón de viejas culpas y un escudo de armas en el que figuraba una bola del mundo con la leyenda: PRIMUS CIRCUNDEDISTI ME.
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